10 de juny, 2008

Hijos...

Anoche fui madre de una niña preciosa. Elna. Anoche parí, por cesárea, una vida. Anoche tuve miedo, sentí el agobio de ser madre soltera con 24 años, sentí la pereza de estar atada, para siempre jamás, a una vida que dependerá de mí hasta cierta edad. La llevaba en autobús y sólo pensaba cómo voy a meterla en el piso de Maria; cómo va a ser mi vida compartiendo piso con amigas y con hija. Pensaba en la de cosas que tendré que dejar de hacer, en la cantidad de sitios que no conoceré, por lo menos, hasta sus 16 o 17 años. Pensaba que no quería tener esa responsabilidad.
La miro y parece feliz, con una sonrisa inquietante, pero tranquila, la miro y les cuento a unas niñas del autobús, que hacen apuestas sobre la edad que tendrá Elna, que sólamente tiene 2 días. La miran, hablan de lo bonita que es, mientras yo cada vez tengo más ganas de dejarla ahí y salir corriendo.
Elna habla. Me llama mamá con sólo dos días, y después empieza a hacer un discurso filosófico que me angustia aun más que su simple presencia.
Por suerte, me he ido despertando poco a poco, aun con la duda de saber si vería la cuna de Elna a mi lado. No estaba ahí.
De momento viajaré. Está claro que no puedo tener esa responsabilidad. Aún no.

1 comentari:

Anònim ha dit...

El nom Elna és molt maco, però li vai pillar mania per una nena que tenia a pràctiques...

No sé per què però t'acompanyo en la decisió de no tenir aquesta responsabilitat encara, però a la vegada, amb una de les teves últimes frases, m'has fet adonar que ja vas a pels 25 i que potser sí que és veritat que gent de la teva edat ja es planteja aquestes coses. M'he adonat que et fas gran! I que quan menys m'ho esperi hauràs decidit posar-li de nom Amelie!

Mua ;)