22 de novembre, 2010

A altas horas de la madrugada

Suena Gottschalk. En el sofa de casa piensa mientras aspira el humo de su cigarro. Ahora fuma tabaco de liar. Piensa en cosas, en personas, en ella.
Se acurruca entre cojines rosas mientras imagina lo que no ha hecho en su corta vida.
Se arrepiente, encogiendo los dedos de los pies.
"Algun día..." piensa, sin saber que nunca lo hará.
Pero nada la atormenta, porque ella no sabe que ese día no llegará. Está convencida de que en breve, todo aquello que anhela, se convertirá en algo que podrá explicar a sus nietos. Mentira. Nunca ocurrirá.
Pero mientras lo imagina, ella es feliz. Y entonces relaja los dedos de sus pies.
En su cabecita, todo lo que imagina, ya ha pasado.
Pero nunca pasará.

2 comentaris:

Fr. Dhael ha dit...

A espera é uma Ilusão
...
besos chica de barcelona

Sabina ha dit...

Donde vivo, a los cojines les decimos almohadones. Linda palabra heredada de los moros.