31 de maig, 2010

SAPS Drassanes...

Érase una vez una chica con muchos sueños. Algunos se hacían realidad, otros explotaban, como pompas de jabón, y otros quedaban guardados en un rinconcito de su cerebro, y de vez en cuando volvían con fuerza. Este era el caso del sueño número 16, que correspondía a trabajar con el colectivo de drogodependientes de Barcelona. En una de sus múltiples reapariciones al consciente de la chica, este sueño se combinó con los astros para transformarse en una oferta de trabajo materializada, en el SAPS Drassanes. Así que la chica, que estaba leyendo "El monje que vendió su ferrari", apuntó su sueño en un trozo de papel, para dar prioridad a ese objetivo, frente a los 60.000 pensamientos que solía tener en un día, y mandó un CV a la Cruz Roja, para ir haciendo pasitos hacia su meta.
Y pim pam pum...El sueño fue tomando forma, la chica fue a hacer una entrevista, le dieron la oportunidad de hacer una breve formación y hasta le dijeron las fechas probables en las que trabajaría...julio, agosto y octubre.
Pero había tantos frentes abiertos en su vida, tantos sueños (después del número 16 venían 34 sueños más), que la chica tuvo que consultar con su almohada para ver qué iba a hacer.
"Hay que ser valiente" pensaba ella. Y el primer paso para vencer la comodidad de lo conocido hacia la pasión de lo desconocido, es abandonar el bienestar y arriesgar.
Así que, amigos míos, todos podéis suponer qué fue lo que hizo la chica, dónde y cuando trabajará.