03 d’agost, 2010

Desde el balcón

Tenía 7 años cuando ocurrió. Era pequeño, pero muy listo. Mi abuelo siempre me llamaba "Joe el astuto" y presumía de nieto con sus amigos.
Solía dibujar cosas irreales; tenía una imaginación de espanto, y las profesoras siempre se asustaban al ver que en mis dibujos no aparecían ni papá y mamá, ni mi perro, ni mis abuelos, ni siquiera yo. En mis dibujos aparecían nubes que se transformaban en cestos llenos de fruta, pompas de jabón que vivían en rosales, moscas con ojos de pez, y peces con cola de guepardo.
Un día, en mis dibujos, empezó a aparecer ella. Desde que la ví.
Tengo muy buena memoria, así que recuerdo ese día como si fuera ayer. 14 de mayo de 1957. En el barrio se rumoreaba que había venido a vivir una chica nueva, rubia, con ojos marrones y piel tostada como la cerveza. Yo salí al balcón, como todas las mañanas, para ver qué tiempo hacía, y ella estaba fumando un cigarro en la terraza que quedaba delante de mi bloque, un piso por debajo. Llevaba todavía el camisón con el que (supongo) había dormido. Dejó el cigarrillo en el cenicero y entró para dentro. Salió a los pocos segundos con un pintauñas de color rojo. Fumó un par de caladas, se sentó y expulsó el humo con la boca entreabierta, sin apretar los labios, como dejándolo salir con suavidad. Se sentó y puso una silla delante suyo. Apoyó un pie en ella y se reclinó. Yo tenía una magnífica vista de su escote. Ahora entendía a mi padre cuando hablaba de pechos como melones. El camisón retrocedió a nivel del muslo, y dejó entrever un poco más de esa piel tostada, aterciopelada. Ella pintaba sus uñas con una delicadeza quebradiza.
Aguanté la respiración tanto como pude, por miedo a que mi suspiro le desvelara mi presencia.
Ese día, allí, supe que me había enamorado por primera vez, y a día de hoy, a mis 60 años, nunca más he vuelto a tener esa sensación.

3 comentaris:

anna ha dit...

Sublime!

la convidada d'honor ha dit...

:)

Fr. Dhael ha dit...

a mágica inconsiente da paixão desconhecida torna qualquer suspiro em melodia fantástica.
Belo texto!
como sempre
bjo