21 de juliol, 2010

La gota que colmó el vaso (o la mano que rompió el vaso)


Una semana dándose golpes con todo. Una semana de descuidos, de desconcentraciones, de miedos, de reveses y hostias psicológicas. Y se cortó un dedo con una taza rota, y después, lo que vino, ya fue demasiado...No aguantaba la presión de estos días horribles, y mientras hacía la cena, golpeó un vaso que, como a cámara lenta, fue cayendo al suelo y se rompió. Y la gota colmó. Empezó a llorar y le salió absolutamente todo lo que llevaba dentro. Lloró tantas lágrimas como trocitos de cristal había esparcidos por la cocina. Puso nombre a todos sus miedos, temores, sufrimientos, incertidumbres y penas. Finalmente supo qué ocurría en su vida...Maldito vaso. O bendito vaso...

2 comentaris:

anna ha dit...

Bendito vaso... creería yo.

la convidada d'honor ha dit...

També penso el mateix...bendito, benditísimo vaso (si es que existeix superlatiu de beneït...)